miércoles, 9 de mayo de 2012

Delincuencia juvenil

Delincuencia juvenil

La delincuencia en México ha crecido sin duda alguna, de forma violenta y no tan solo en México sino ya en todo el mundo.
Este fenómeno se da por diversas causas, teniendo graves consecuencias en la sociedad.
-Se dice que la causa principal y la más mencionada es la falta de trabajo, los jóvenes se ven obligados a abandonar sus estudios  por falta dinero al tener necesidad por este, ya sea por simple sobrevivencia o presencia de algún familiar enfermo que requiere de un tratamiento poco económico,  lleva a los jóvenes a ver un camino fácil, que es el de la delincuencia; los casos que pueden basarse en estas hipótesis o circunstancia, no debemos atribuirles toda la culpa a los jóvenes, sino que hay que nivelarla entre el gobierno, la sociedad, la familia y la conciencia misma.
Hay que mencionar también que este comportamiento juvenil puede derivarse asimismo de violencia familiar, quizá un 45% de la población adolecente al ver un mundo sencillo, sirviéndose de la violencia hacia los demás para conseguir dinero, el consumo de drogas y alcohol, o simplemente por pura diversión; se sabe que el ser humano se vuelve agresivo bajo la influencia de estas sustancias y que la persona “adicta” es capaz de cualquier cosa por conseguirlas.
Debemos quedar asombrados simplemente por la cifra que se menciona de los adolecentes que buscan en la delincuencia una salida sencilla para los problemas económicos y adictivos. La misma sociedad está obligada a busca una verdadera solución a este problema, evitando reclusorios, ya que estas no son más que escuelas de delincuentes, si bien un adolecente es detenido y encerrado por un robo menor, al salir de este, ya es capaz de matar por conseguir lo que necesita. 
Hoy en día es común escuchar en las noticias de jóvenes asesinos, ladrones aunque no solo es visto por la televisión, sino que se vive cada día tan solo en la ciudad de México, la pregunta más importante es ¿Qué hacer ante este problema?
Es sorprendente como cada día, e incluso cada año nos hacemos la misma pregunta y encontrar que esta aun esta sin respuesta.
Quizá la cifra de adolecentes delincuentes se triplique el año que viene, mientras que el gobierno y la misma sociedad se queda de brazos cruzados esperando a que la persona de alado tenga la verdadera respuesta para esta incógnita; es terrible ver como el gobierno enriquece mas a los ricos y empobrece mas a los pobres, sin mover dedo alguno por solucionar este problema de raíz, creando la solución más sencilla encerrando y abusando del poder hiriendo a los jóvenes que tienen la necesidad de buscar dinero por medio de la violencia.
No es que justifique a los jóvenes que utilizan este método para resolver sus problemas financieros, sino que comprendo la necesidad que tienen, sin embargo reconozco que no es el camino correcto para conseguir dinero.

Para resolver este problema es necesario, analizar la situación de algunos de los adolecentes que buscan una solución en la delincuencia, mirar la sociedad que los rodea y observar el entorno familiar. Conocer de fondo el problema principal que los llevo a este extremo, así como las consecuencias secundarias ya sea el rechazo de las empresas por falta de conocimiento, o simplemente por distinción social.
Si bien no se puede negar que se nace con unos genes, éstos no son determinantes de la personalidad y, por consiguiente, no son ciegos depositarios de las futuras acciones, a no ser que existe una lesión orgánica irreversible que limite el campo y el modo de la relación.

 Los errores adictivos pueden ser diversos: desde la tolerancia indiscriminada o la sobreprotección hasta el abandono, la severidad y la violencia educativa. Todos ellos pueden constituir el caldo de cultivo de diversos trastornos, entre los que cabe contar la conducta antisocial juvenil.

 Es evidente que la labor de rescatar a estos niños y adolescentes, debe coordinar un buen número de campos, pero solo de esta manera puede resolverse el problema. Los centros de formación de padres, los servicios de higiene mental, el club de ocio en el barrio y la asistencia por medio de profesionales sociales como asistentes sociales, psicológicos, monitores de grupo, centros excursionistas… enclavados dentro del ambiente donde el muchacho vive, son elementos validos cuyos resultados están por probar, ya que nuestras sociedades urbanas no lo han puesto en práctica; pero en los pocos intentos que se han llevado a cabo en el ámbito experimental, los resultados han sido esperanzadores.

Se debe realizar una labor preventiva que posibilite un mayor acceso a la cultura y al deporte en los suburbios urbanos y que a la vez sea capaz de la pobreza cultural de los jóvenes.